
Desde que tomé la decisión de querer visitar Perú ( que como te explico en este artículo, no supe porqué quería ir allí)
Quizás fue por la magia que tenía ese lugar. Quizás fue porque estaba muy cerca de Chile o quizás, fue un llamado de esa maravilla del mundo diciéndome: “ven a verme, ven a descubrirme, ven a ser parte de mi ”
Sinceramente, me gusta la última opción. Siento que fue el Universo quien me dio todas las señales necesarias para elegir ese destino. Destino que por cierto, lo empecé a vivir desde Febrero del 2016
Hoy miro atrás y no sé cómo fui capaz de poder controlar toda esa ansiedad. Sé que fue un año de muchas emociones, de experimentar una montaña rusa con ellas:
- ansiedad
- miedo
- estrés
- crisis existencial
- amor
- pasión
- etc
Cruzando la primera frontera: las mentales
El año 2016 lo recuerdo con mucho cariño. Es de los mejores años que he vivido, a pesar de no haber viajado, al menos físicamente
Cuando me hicieron la pregunta que cambió mi vida, marcó un antes y un después en mi forma de pensar, en mis sueños,en saber qué es lo que realmente quería para mi vida
Creo que fue muy fácil poder romper con las barreras mentales que tenía. Me di cuenta (al ver muchas experiencias de viajeros) que era posible viajar de otra forma, que era más económico, que hasta incluso, podría viajar casi gratis
Pude entender que era posible vivir de lo que uno le apasiona. Y es que en ese entonces, yo estaba disgustado estudiando una carrera que no me llenaba para nada. Y todo este descubrimiento del mundo de los viajes, no hizo más que aumentar mi crisis existencial
¿Realmente quiero dedicarme a eso?
¿Soy feliz estudiando eso?
¿Y si le doy un giro de 180 grados a mi vida y me dedico a cumplir el sueño de vivir de los viajes?
Así cómo no entendía porqué quería visitar Machu Picchu, nunca entendí que quisiera dedicarme a vivir de los viajes, si nunca antes había viajado, escrito un blog o haber tomado fotografía
Y al igual que la conclusión del destino que elegí para mi primer viaje, siento que el Universo me empezó a guiar hacia mi verdadero camino. Fue como si me dijera: “No preguntes nada y no trates de entender nada. Tú sólo sigue este camino, que es el camino que te tengo para que puedas ser feliz y tener una vida con sentido”
Romper con mis barreras fue fácil, pero con las de los demás, no lo fue
Cruzar mi primera frontera (metafóricamente hablando) fue bastante fácil.
Pero cruzar con la frontera de los demás, con las creencias que tienen los demás sobre cómo tiene que ser la vida, fue bastante complicado
Marzo y Abril fueron meses de los más lindos que he vivido, a pesar de lo malo que fueron. Y es que si bien la pasaba mal en la Universidad, me sentía muy vacío, era feliz soñando e imaginando cómo sería mi vida entorno a los viajes:
- Mi primer viaje por Perú
- Ir a la aventura de recorrer Asia
- Visitar países poco turísticos como Irán, Irak o Pakistán, por ejemplo
- Internarme en la selva del amazonas
- Crear el contenido de todos esos viajes
- Sentirme vivo y aventurero
El problema es que todo eso era una fantasía, que se podía cumplir, pero no en ese momento. De vuelta a la realidad tenía que superar los problemas que estaba acarreando
Curiosamente, las pruebas de Cálculo, Economía o Contabilidad no era lo más difícil, sino que enfrentar a mis padres y decirles que quería dejar la Universidad porque me quería ir de viaje por el mundo
¿Te imaginas cómo fueron sus reacciones? Malísimas
Me dijeron en mi cara que eso era imposible, que nunca lo iba a lograr. Y si bien hoy no me lo dicen, sé que creen que no lo lograré. Pero todo eso, me sirve como gasolina para vivir de mis sueños.
Spoiler: 2 años después,abandoné la Universidad. En este artículo te cuento toda mi experiencia
Al menos, tenía claridad y confianza en mí y en ese primer viaje
Algo que destaco de mi yo del pasado, fue la claridad en el destino
No sé si te pasa que decides ir a un destino y a los días estás cambiando por otro y por otro
A mi me pasa hoy por hoy y es algo que no me gusta. Siento que al cambiar el destino muchas veces, le envío señales de confusión al Universo. Y que es por eso, que finalmente no termino viajando a ninguna parte
Por eso destaco y añoro a ese Diego del pasado. Porque estuvo todo el 2016 con la claridad de visitar Machu Picchu.
Si es cierto que la ruta cambiaba todos los meses:
- qué otras ciudades de Perú visitar
- ¿Agregamos Ecuador?
- ¿Colombia?
- Sólo Machu Picchu
- etc
Con los meses tuve la claridad para hacer una muy buena ruta y viéndolo con perspectiva, fue una muy buena decisión el querer ver menos para disfrutar más
No tenía problema en viajar solo, pero prefería viajar con alguien
Cruzando la primera frontera fue el convencerme de que merecía algo mejor y que podía no sólo viajar a Perú, sino que también que era posible vivir de los viajes
Pero había otra “frontera” que cruzar y era la de si viajaba sólo o no.
Desde el primer minuto me puse a buscar compañero para el viaje. Les pedía a amigos del Colegio, compañeros de Universidad y nadie aceptaba
Pasaron los meses y nadie quería viajar. Rápidamente entendí que no podía depender de nadie más si quería cumplir mi sueño de conocer otro país
Así que dije: si nadie viaja conmigo, viajaré solo. Aparte, he leído que finalmente no terminas viajando sólo, porque conoces a muchas personas en el viaje
Hasta que…
Conocí a mi actual pareja y se terminaría transformando en mi compañera de viaje.
Apenas nos conocimos, le empecé a hablar de mis ganas que tenía de viajar y de ir a Machu Picchu. Ella se entusiasmó con la idea y me dijo que quería ir conmigo.
Es más, empezamos a ver destinos para el 2017 😀
¿Pero te adelanto algo? Hasta el último minuto, ella no iba a viajar
El día en que compre los pasajes de avión
Desde que supe que iba a viajar, todos los días soñaba e imaginaba con el destino:
- estando en Machu Picchu
- viajar en avión
- recorrer cuzco
- etc
Eso me permitió tener el foco en el objetivo de juntar el dinero para el viaje.
A medida que pasaban los meses, empecé a planear mucho mejor el viaje. Ya no sólo veía fotos o vídeos, sino que ya empezaba a ver precios de alojamiento, precios de los vuelos, cómo cruzar la frontera a Perú, los trayectos dentro de Perú, etc
Pero fue el día en que compré los pasajes, que sentí que ya no había vuelta atrás. Que ese viaje que soñé durante tanto tiempo, estaba a nada de hacerse realidad
Si mal no recuerdo, fue en Octubre de 2016 cuando compré los pasajes para volar a Arica (Ciudad fronteriza con Perú) y viví una montaña rusa de emociones:
- felicidad por saber que se iba a realizar el viaje
- miedo
- dudas
- ¿Estaré haciendo lo correcto?
- El inicio de vivir un sueño
- ¿Y si la estaré embarrando?
- ¿Y si me pasa algo en el viaje?
- etc
Fue esa noche que empecé a entender que lo que tanto había soñado se estaba materializando. Empecé a sentir miedo también, de que me pudiera pasar algo en ese viaje
Porque si bien mi novia me iba a acompañar, aún no tenía el dinero para el viaje. Y como soy una persona ansiosa, compré el pasaje ya, porque tenía miedo que más adelante subieran de precio y que no podría viajar en avión
Fue 1 mes después, que finalmente termina comprando los pasajes. Y para suerte nuestra, en el mismo vuelo que yo
Desde ese momento, empecé a sentirme más tranquilo, ya que el miedo a viajar sólo, fue desapareciendo
Cruzando la frontera: finalmente, en suelo Peruano
Un mes antes de salir, comenzamos a ver todo más en serio.
A saber con exactitud cómo ir a Machu Picchu, o visitar el Cañón del Colca, etc
Comenzamos a planificar los días que estaremos en cada ciudad y del dinero que teníamos que llevar
Los días previos a viajar, comenzaron a surgir miedos naturales al hacer un primer viaje. La ansiedad porque llegara ya el día era altísimo, pero también el miedo hacía desear que no llegara nunca el día, para quedarnos en casa.
A un día de haber salido ya teníamos listo todo, al menos eso creíamos. Teníamos dólares, equipaje listo, fotocopias de nuestros documentos, repelente para mosquitos, etc
Lo que no teníamos, fueron las reservas de alojamiento. Literalmente fuimos a la vida. Y si bien hoy tenemos muy buenas anécdotas con haber viajado así, hubiéramos preferido tener algo ya visto y reservado, sobre todo la primera noche en Arequipa
La noche anterior al viaje fue una montaña rusa de emociones (una vez más) . Recuerdo que pude dormir, pero muy poco. La ansiedad y el nerviosismo estaban a tope
Después de tantos meses, ahí estaba, sentado en el avión

Era mi primera vez y no sabía qué es lo que iba a pasar. Sentía que ya arriba me daría un infarto o que se me romperían los oídos
También tenía miedo a que se cayera el avión y que mi aventura fuera la más corta y trágica de todo el mundo
Pero no pasó nada de eso. A los pocos minutos tomé conciencia de lo que estaba viviendo. Que después de mucho tiempo de soñar, por fin estaba cumpliendo el sueño de viajar en avión y con rumbo a un destino que soñaba con conocer
No recuerdo si se me hizo corto o largo el viaje. Sí recuerdo, que lo disfruté un montón. Escuchando música, viendo el paisaje, disfrutando de la experiencia de volar en avión por primera vez

Eso si, al aterrizar sufrí de algo que me traería consecuencias a lo largo de todo el viaje y en todo el 2017 la verdad.
Me dio una puntada muy fuerte en el ojo. Un dolor que no se lo doy ni a mi peor enemigo. Fueron unos minutos eternos de dolor mientras el avión descendía
Pero bueno, no te adelanto más ahora. Todo eso lo sabrás más adelante
Ya en suelo, un poco más tranquilo después del dolor de esa puntada terrible al ojo y el dolor de oído, comenzaba la segunda parte de esta aventura que no saldría tan bien como esperábamos
Un taxi rumbo al terminal de buses y luego otro taxi para cruzar la frontera a Perú
Un trayecto de unos 45 minutos más o menos. Donde nosotros sentados en el auto, empezamos a palpitar lo que se nos venía.
Cruzando la frontera de Chile-Perú, nos miramos y entendimos que la aventura, recién estaba comenzando

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